lunes, 9 de febrero de 2009

todo lo que empieza tiene un final...pero ¿tan pronto?

bueno, ya está, creo que ya está. El sábado tenía clarísimo que todo había acabado, ahora, no sé si son las ganas de que no sea así o mi cabezonería que me hacen dudar si todavía no va a haber más coletazos. El viernes me lo pasé genial, bebí mucho, tanto que me doy cuenta que no recuerdo muchas cosas. Pero sí lo más importante, lo bien que me sentía, en el Sidecar y, después, en mi habitación. Y el sábado también estuvo bien, a los ojos de la gente podíamos parecer una pareja más, con ganas de mirarse, de tocarse y con muchas cosas por decirse aún. Y nos las dijimos. No puedo decir que fueron demasiadas las historias que escuché porque era importante conocerlas, importante par que yo tomara una decisión que no sé si él también tenía pensado tomar. Me cuesta aceptar la covardía, no la suya únicamente, que también, sino el miedo que nos empuja a todos a no desligarnos de todas esas historias y personas que nos hacen daño pero que, por otra parte, se convierten en algo necesario para no sentirnos solos o para pensar que cuando vayamos a sentirnos tan solos que se pueda hacer insoportable serán nuestra tabla de salvación. Un tabla mojada, podrida, que sólo nos mantendrá con vida unos días más, quizás algún año, pero que será también nuestra condena, la que nos habrá hecho malgastar un tiempo importante de nuestra vida en sufrimientos y autoengaños. No puedo condenarlo por ello porque yo también lo he hecho, y quizás vuelva a hacerlo. Pero me jode que las cosas no puedan ser diferentes, que no pueda disfrutar más de él. Que no vaya a volver a tenerlo. Que no me vuelva a tocar.

Estoy cansada de ser siempre la buena persona, que todo lo entiende, que no reprocha, que se quita de enmedio para facilitarle las cosas a los demás. Me da miedo pensar uqe nunca nadie me va a querer más que por mi generosidad. Que nunca me haya querido nadie más que por eso.
Pero no sé hacerlo de otra manera. No quiero ser diferente a como soy. Aunque eso suponga que nunca nadie me quiera como yo quiero, o que siempre dude del que tenga a mi lado... si lo tengo.

No hay comentarios: